Me pregunto cómo le hace Dios en toda su grandeza como para hacer que toda esa luz del sol llegue al cielo y al mismo, en un mismo segundo, que también llegue a nosotros. ¿Será que la hace rebotar? Sí, ¿y cómo lo hará?
Me pregunto si los ángeles le ayudarán a pintar el cielo con sus pinceles de brochas anchas. Y si los atardeceres serán las acuarelas de Dios.
Pues Dios, creo que cada día lo estás haciendo fabuloso y tan perfecto que si no fuera por la luz que rebota en la atmósfera, el planeta y la creación, tampoco podríamos ver las nubes blancas, los atardeceres de tornasol o los firmamentos opacos que nos anuncian que lloverá.
Me alegra mucho que tengas una paleta tan grande de texturas y gamas.
Pero, ¿sabes? Me alegra todavía más que estés más cerca de lo que las personas se imaginan o pueden creer.
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