"Tener valor no significa que no vas a tener miedo. Tener valor significa que no vas a dejar que el miedo te detenga".
—Bethany Hamilton.

Hace casi tres años, después de ver una y otra vez su película (Soul Surfer) me nació un extraño gusto al surf. Ni siquiera me lo hubiera pensando antes de no ser por la película. El surf es de los deportes más extremos que hay, y en sí, es un gran reto. Nunca lo he practicado, porque, obviamente, no tengo frente a mi casa una playa paradisiaca ni voy cada fin de semana a Hawai o a California.
Pero me gustó tanto la idea de que algún día pudiera montarme en una tabla y deslizarme sobre una ola mucho más grande que mi estatura que supe que tenía que empezar con algo, con algún "regalo de consolación".
Así que hice lo que nunca en mi vida se me hubiera ocurrido: me caí y me caí y me caí y me raspé y corté y volví a azotar sobre el suelo cuando estuve en el proceso de aprender a plantarme sobre una patineta. (Por favor nadie piense que soy soy una skate girl que se sabe todos los trucos y esas cosas. Yo solo sé manejarla, moverme, andar, nada de trucos. No soy más que una principiante).


Para subirme a una patineta primero tenía que aprender a tener el suficiente equilibrio, y las cosas no se iban a hacer por arte de magia de la noche a la mañana.
Mi plan funcionó y cuando mi primo se hizo cargo de mí y me enseñó a andar en ella, ya pudo ser un poco más práctico. La verdad es que fue espantoso y había veces en las que me estrellaba con la propia pared, pero parece que cada caída era una ayuda.


Y, como todo ser humano, me pregunto a veces: ¿de verdad llegaré a lograrlo?
¿Cómo podría, si el mar está tan lejos, si la gente en México casi no lee, si como escritora necesito una editorial, un editor, podría morir de hambre y los blogs culturales son poco frecuentados, si a la gente le gusta más lo que se puede mirar y oír(como youtube), lo rápido, 140 carácteres, lo que no está impreso? ¿Cómo podría yo lograrlo?

Y no estoy hablando de religión, estoy hablando de fe y esperanza.
Sé que cuando hay fe, podemos caminar sobre las montañas a largas zancadas. Sé que la esperanza es ver más allá de lo que nuestros ojos pueden ver.
Un día, como dedicatoria, mi mamá me escribió en un libro la frase de un conferencista llamado Tommy Barnet:
Si tu sueño es demasiado grande, entonces debe venir de Dios. Si tu sueño no es demasiado grande para ti, entonces no necesitas a Dios para realizarlo.

Y quizá, tus sueños, sí, a ti que me estás leyendo, también son del tamaño de Dios. Quizá tienes sueños tan locos como los míos. Quizá quieres estudiar en otro país, hablar otro idioma, ser doctor, arquitecto, futbolista, pintor, quieres ayudar de algún modo, quieres lanzarte de un paracaidas, conocer a tu artista favorito, irte a vivir a un apartamento solo o sola, quieres ser alguien exitoso en la vida. Quieres vencer tus miedos. Quieres hacer un cambio.
Quieres surfear esa ola y ver qué hay después, si te caes en la zona de impacto o si logras un buen final después del tubo.
Aquello que estás soñando es un reto, y es una de las cosas más extremas que vas a hacer en tu vida. Así que no te rindas. Si tu sueño es demasiado grande, acuérdate que tu valor tiene que sobrepasarlo. No te bombardees a ti mismo. Nunca dejes que el miedo te detenga, no pierdas la oportunidad si está frente a ti. Sé sabio y persevera.
No importa quién seas, lo que hagas, tu personalidad o cuál sea tu sueño, corre hacia él, paso a paso. Las cosas no se logran de la noche a la mañana. Tendrás que ir subiendo escalones.

No te desanimes. No te rindas nunca. Uno necesita caerse para aprender,
uno necesita práctica para avanzar e impulsarse, la mayoría de las veces el primer lugar no se gana a la primera (valga la redundancia); a veces quizá no lleguemos a ser campeones, pero llegamos al momento en que nos damos cuenta que el éxito se consigue cuando amamos lo que estamos haciendo por sobre todo, y lo hacemos con todo el ánimo y la disposición que hay dentro de nosotros.
Te lo dice alguien que quería ganar un primer lugar a la primera, pero ganó el segundo lugar y en todo este tiempo ha aprendido y avanzado y crecido más que si hubiera ganado el primero.
Y por último, ten por seguro, que si puedes creer, todo es posible.

¡Me encanta! les pongo esta película a mis estudiantes de Coaching en Ciudad Universitaria, muy pocos la conocen, sigue cultivándote así Pris, tienes un futuro brillante :)
ResponderEliminar¿En serio? ¡Es que todos tienen que ver Soul Surfer! ¡Esa película llega! :D
Eliminar¡Gracias!
Me hizo feliz leerte me regalaste un momento tan especial al leer esas palabras de sinceridad,admiro la manera en que nos cuentas parte de lo que hay en tu mente,eres una gran escritora transformando esos penasamiento en palabras que llenan de felicidad el corazo de muchas personas,gracias por darme tranquilidad con mis sueños que son grandes tan grandes como los tuyos.
ResponderEliminarSoy mike,si puedes creer todo es posible,nunca olvidare esto
Hola Mike! ¿Cómo estás? ¡Ha pasado un tiempo! ¡Perdona por no responder tu mensaje antes, he tenido que pasar por algunas situaciones estos días y no he podido pensar en el blog! :(
EliminarMe encantan las personas como tú que se atreven a escribirme un comentario, ¡muchísimas gracias por pasarte a mi blog!
Wow, me has dejado impresionada. Me alegro mucho de que mis palabras te hayan ayudado e inspirado; creo que para eso es que estoy aquí :).
Esto es algo recíproco, ¿sabes? Yo te he animado con mis palabras, y tú me has animado a seguir con las tuyas. ¡Gracias! :)
Si necesitas algo más, no dudes en escribir!
Un beso y un abrazo <3.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar