29 junio, 2015

¿Por qué lo que está prohibido es lo que más nos atrae?




¡He vuelto, al fin! He estado muy ocupada estos días, ¡pero ya he salido de vacaciones (#SUMMER)! Espero poder estar más tiempo en este pequeño espacio y publicar muchas cositas y todo eso. 
Y sé que voy a estar más en este espacio porque en México el verano suele ser muy lluvioso y con cielos grises la mayoría de la temporada. También tengo algunos eventos donde participaré, algunas novelas que escribir y algún campamento juvenil al que iré, pero el resto del tiempo es sólo para ustedes y yo. ;)

Como yo leo ficción cristiana, no me he quedado con las ganas de traerles a una de mis escritoras favoritas. Sé que ya había hecho una entrada con una de sus más famosas novelas, pero aseguro que ésta que he traído ahora es otra de las mejores (Y de las poquísimas que todavía hay en español).
¡ASÍ QUE, A LA CARGA!




~D E S C R I P C I Ó N~


Todo lo que le interesa a Cadi Forbes es encontrar al único hombre que la puede liberar del pecado que la atormenta día y noche... el pecado que le ha robado el amor de su madre y que la hace desear poder abandonar esta vida y su terrible justicia.
Ella sabe que está prohibido, que el hacerlo le acarreará maldiciones, pero algo muy dentro e instintivo la impulsa, contra todo razonamiento, a encontrar al "Devorador de Pecados".
Antes de culminar sus peregrinajes, Cadi y el Devorador de Pecados tendrán que adentrarse a sí mismos, el uno al otro y cada uno con Aquel que exigirá todo de ellos a cambio de las respuestas que anhelan.

~O P  I N I Ó N ~


 Como no es una novela de romance, literalmente, al principio la encontré algo terroríficaSi es que creen que tiene algo de romance, temo decirles que el romance llega en las últimas hojas del libro y son muy pocos renglones. Así quien quiera leer este libro creyendo que es una novela impregnada a cada página de amor pasional y prohibido, no subestime al libro. 
Digo que lo encontré terrorífico porque ya de por sí todo el escenario en donde se vive la historia es misterioso, opaco y muy fresco, hablar de un Devorador de Pecados y que eso tenga que ver mucho con cosas místicas... da un poco de miedo, ¿no? Rituales, pecados, oscuridad...
El término montaña en 1850 y un hombre que haga de come-pecados no es algo que se oiga muy tranquilizador. Pero bueno, como a mí me encanta el misterio y todo lo que tenga que ver con vivir en montañas o campo y que sean historias "vintage", le di el visto bueno a esta historia llena de suspenso y acción.
 
No les quiero relatar la historia como va, porque todo esto del misterio y aventura se los echaría a perder. Sólo puedo decirles que Cadi vive en la década de 1850, en las montañas Great Smoky, en los Estados Unidos.
Esas montañas y sus habitantes, los "reyes" de esas tierras traen consigo grandes secretos, grandes... pecados que nadie ha oído ni descubierto.
Entre esos pecados, están los que cree tener Cadi. Su madre la acusa de haber matado a su preciosa hermana pequeña, y ahora Cadi vive sintiendo culpa y queriendo terminar su vida. Cadi necesita respuestas.
Ahora, el Devorador de Pecados, un hombre al que todos temen. Todos creen que tiene el infierno dentro. Nadie debe mirarlo a los ojos. Nadie debe tratar de buscarlo. 
Nadie. Pero Cadi rompe todas las reglas, y para limpiar su alma, decide emprender una gran travesía donde ambos, el Devorador de Pecados y ella, se encontrarán con Dios y se encontrarán ellos mismos.
Cadi no logra nada sin un chico que se une a ella en su viaje a lo desconocido: Fagan Kai.
Pero, debemos tener bien presente que el clan Kai piensa que ellos son los dueños y señores de esas grandes tierras. Y el padre de Fagan, Brogan, no iba a dejar que los planes que tenía Cadi y Fagan se cumplan fácilmente.
A lo largo de la historia, se descubren esos míticos y horribles secretos que cada habitante esconde y Jesucristo es quien cambia todas las mentes y corazones. 

En lo personal, como todo lo que publico, esta novela me pareció muy razonable e interesante. Los Devoradores de Pecados exisiteron, claro que sí. A principios del siglo XIX en Inglaterra, las Tierras Bajas de Escocia y en el distrito fronterizo de Gales eran muy comunes. Eran hombres que aceptaban dinero o comida a cambio de cargar con las lacras morales de los difuntos y sus consecuencias en el más allá.
A decir verdad, ya que esta es una historia totalmente ficticia, Francine supo contarla muy bien y me ha parecido sorprendente
Aún cuando parezca de terror, no lo es. Mantiene el más grande principio que un devorador de pecados nunca llegará a cumplir: 
"Porque Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí". -Jesús, Juan 14:6.